(De la Revista Nuestro Tiempo n° 14, año 2013)
La memoria es selectiva y creativa
Nuestra memoria, con su maravillosa capacidad para grabar, reconstruir y olvidar, es el cemento que forma nuestra identidad y el sentido de nosotros mismos. Si lo piensas, en el fondo, somos nuestra memoria. La memoria no es una cámara de video ni un disco duro de ordenador que reproducen con exactitud las cosas que guarda, sino que es creativa y rehace los recuerdos con el fin de defender nuestra felicidad. Por ejemplo, la memoria da prioridad a los buenos recuerdos. En general, nos acordamos de más experiencias positivas que negativas. Hagamos una prueba: si te pido que hagas una lista de los veinte recuerdos de tu vida que te vienen en este momento a la memoria, lo más probable es que la lista contenga más recuerdos positivos. Olvidar es otra función de la memoria que protege nuestra satisfacción con la vida. Olvidarnos de las experiencias dolorosas facilita la paz interior, nos anima a pasar página y nos permite perdonar, hacer las paces, liberarnos. La memoria imborrable es realmente una maldición. Para ser felices, olvidar es tan importante como recordar.
Dr. Luis Rojas Marcos (Psiquiatra, investigador y escritor español)