¿Como envejecer sin ser viejo?

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“Quien escribe este libro, ya octagenario, es un anciano que quiere morir en plena juventud.”

Podemos ser ancianos pero sin ser nunca viejos. Cada uno de nosotros puede tener un espíritu tan joven como es su amor a la vida, como es su forma de vivir, como es su capacidad de lucha y de emprender nuestros caminos.

¿Qué diferencia existe entre un anciano y un viejo?

Se trata de dos palabras que, de ordinario se utilizan como equivalentes o intercambiables. Pero es muy importante no confundir lo que es ser viejo con lo que se ser anciano. Esta distinción la aprendí de unos hermanos indígenas de México:

  • La palabra viejo sirve para hacer referencia a personas de la tercera edad que, estando vivas, se han transformado en una especie de “muerto civil” Desapegadas de la vida, viven como si ya no tuvieran nada que hacer y, a veces, sin tener siquiera ganas e ilusiones para vivir.
  • Un  anciano, en cambio, es una persona que sigue siendo vital y entusiasta, cualquiera sea su edad. Añade vida a su vida, tiene proyectos y tareas que realizar, mantiene la ilusión de vivir, sigue aprendiendo cada día nuevas cosas.
  • El viejo es quien se estanca y se degrada en la resignación, porque cree haber llegado al horizonte de su vida y carece de mañana.
  • El anciano se rebela contra la irreversibilidad del tiempo, pero sabe que la vida merece ser vivida a pesar de todo, porque siempre alberga alguna esperanza.

Es tan facil sonreír y alegrar a los demás… Regalar una sonrisa hace feliz el corazón de quien la da y de quien la recibe. Como dice Fader, “nadie es tan rico que no la necesita, ni tan pobre que no puede darla” Se suele decir bajo la forma de una metáfora poética que la sonrisa es la única planta que nace del alma, se fortalece en el corazón y florece en los labios.
como crecer sin ser viejos
Una sonrisa no cuesta nada y, sin embargo, contribuye a que cada uno se sienta bien y haga sentir bien a quienes nos rodean. La sonrisa es contagiosa, de ahí que sea una manera para fortalecer los vínculos y las relaciones sociales. Un místico contemporáneo, el padre Foucault, decía: “La gente que no ríe nunca es gente poco seria.”
La alegría de vivir alarga la vida, y tanto más la alarga cuanto más ilusionada y apasionadamente se vive. No hay que confundir la alegría de vivir con divertirse y distraerse. Esto es bueno, pero la alegría de vivir es algo más profundo. Es la alegría interna, la alegría de la paz en el corazón.
La alegría de vivir no excluye —en quienes son capaces de expresarla permanentemente— el dolor, el sufrimiento, la ansiedad, los conflictos personales y demás que agobian. ¿Cuántos dramas superpuestos suelen coexistir en casi todos los seres humanos?… Razones tenemos para decepcionarnos, amargarnos, desencantarnos; sin duda, en cada uno de nosotros pueden ser muchas, abrumadoras a veces. Pero, ¿en que mejoramos nuestra vida viviendo malhumorados? ¿Hay alguien que puede ser más feliz viviendo con el rostro serio o la expresión ceñida? Saber vivir es, entre otras cosas, saber superar toda manifestación de repliegue patológico sobre uno mismo. Pero ello no basta: tenemos que aprender a reencantar el mundo de nuestra cotidianidad y darle a la vida toda la poesía y toda la belleza que puede tener. La alegría de vivir se alcanza cuando nos volvemos poetas de la existencia, que no significa escribir versos sino impregnar la vida de poesía.
ezequiel-ander-egg
El poder transformador del amor y la alegría de vivir no son un fantasma…
Ezequiel Ander-Egg
de “Como envejecer sin ser viejo” Ed. Gema 2010, Venezuela.

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